miércoles, marzo 14, 2007

HAY COSAS QUE NUNCA CAMBIARAN

Hay cosas que en el mundo nunca cambiaran, pero necesitamos creer que si. La sociedad necesita una dirección, alguien debe marcar un rumbo, aunque no se este seguro de llegar. Es como estar en una balsa en el medio de la nada, necesitamos que alguien grite “hacia allá” y señale con su dedo índice un punto cardinal cualquiera. Quizás no este guiando, en su ignorancia, hacia el horizonte que jamos nos tuvo que guiar, pero no interesa, remamos igual. No hay nada peor que un pueblo quieto. Siempre debe caminar hacia un rumbo no importa cual.

Tampoco interesa el país en el que residamos para encontrar ejemplos. En la Argentina, entre tanta búsqueda de soluciones, podemos elegir al azar varios. La violencia del fútbol por ejemplo. Se busca un cese en un tema que a nadie, que tenga el poder de hacerlo, le interesa frenar. Porque es un negocio. Basta oír a Rafael Di Zeo, jefe de la barra brava de Boca Juniors, para tomar conciencia de esto.

Las cosas no cambian y tienen un sentido. El shock que produjo en los neoyorquinos el derrumbe de las Torres Gemelas, aun hoy sigue vigente. Fue la excusa perfecta para atacar a Medio Oriente. “Aun hoy, dice un residente, recuerdo los líos que se armaban en el "subway" la gente al ver a una persona de aspecto iraní. Aun tengo en la memoria la rabia que me causaba verlos”.
Explico entonces, a mi interlocutor, la posibilidad que las Torres hacia sido una, inhumana, estratega del propio Gobierno para perpetrar una la empresa de conquistar un país extranjero en busca de petróleo, disfrazada de “represalia vengadora”. Entonces es como que no oyera, y continua: “Ahora están por construir las dos Torres de nuevo, dos veces mas grande, y escalonadas, para que si pasa otra vez de nuevo estas no se desplomen." No creo que ocurra, insisto con mi teoría de que lo sucedido tuvo un fin preciso. “Igual el miedo esta, aun uno sigue perseguido” termina y siento que me confirma la idea de que las cosas se pueden manipular, y que no tienen signos de cambiar. Pero es necesario hacer creer que si, que se desea cambiar, que se desea seguir luchando contra el terrorismo.
Porque para que la maquina siga funcionando, la farsa no puede detenerse.

Por eso aun cada rincon del mundo tiene un conflicto que parece no tener fin, aunque lo busquemos. Como las FARC colombianas que siguen siendo un terror eterno y hay que estar atento, en las calles, en los barrios, en la vida. Pero lo raro es que el narcotráfico tampoco tendrá su extinción, pese a que Uribe se llene de palabrerías junto a Bush.

Porque si el dinero (motor del mundo) se terminara, las cámaras de seguridad no serian negocio, las barras serian encontradas culpables, las agencias de seguridad dejarían de existir, y Bin Laden seria hallado, porque a la CIA, a el FBI, a la OTAN y a doscientos millones de tipos equipados y armados, les seria demaciado facil encontrar a un solo anciano que ni siquiera tiene el físico de Rambo, y toda la selva colombiana seria rastreada por los incontables equipos tecnológicos actuales y los principales cabecillas del narcotráficos serian arrestados y el mundo seria una isla de la fantasía y no mundo.