sábado, noviembre 24, 2007

EL TRANSITO, UN PORBLEMA DE TODOS



Los fríos números de las estadísticas confirman que, como consecuencia de los accidentes de transito, en el país mueren 19 personas por día; hay 6.672 víctimas fatales por año y unos 120 mil heridos de distinto grado y miles de discapacitados.
En una atroz metáfora podríamos decir que equivale a una caída de un avión de pasajeros semanal, en la cual mueren unas 130 personas cada vez.
Quizás la ausencia de “impacto” visual en las tragedias (Se suceden de a una, de a dos, o de a tres) hace que los muertos en accidentes de tránsito no tenga la misma repercusión que los aéreos. Existe también una tendencia entre los ciudadanos, basados en la trágica cotidianidad de los hechos, que tiende considerar los infortunios terrestres como”lejanos”, creyendo que son cosas que les ocurren "a otros". Fácilmente comprobable vasta con entender que son pocos los que al subir a un automóvil experimenta el miedo que muchas veces se siente al despegar dentro de un avión. Sin embargo, este tipo de accidentes en la Argentina, es la primera causa de muerte en menores de 35 años, y la tercera sobre la totalidad de los argentinos.
Pese a que las razones son varias, la principal causa de muertes por accidente en el país es la velocidad. Muchos ciudadanos consideran que no van rápido a 120 Km. /h, cuando a más de 90 Km. /h un vehículo es cada vez menos gobernable. A mayor velocidad, mayor es la distancia que se necesita para detener el vehículo; más graves serán las consecuencias ante cualquier falla mecánica., el reventón de un neumático, una mala maniobra del conductor o cualquier imprevisto que se presente en el camino.
En las ciudades los motociclistas constituyen otro espectro de riesgo en las calles y rutas. El exceso de velocidad, la falta de uso del casco protector (la mayoría de las veces se los lleva colgando del brazo), la falta de respeto a las señales de tránsito (semáforos, contramano) son la sumatoria de una lista de muertes y accidentes sobre 2 ruedas.
Hay dos incisos sobresalientes donde los funcionarios deberían actuar a efectos de dar solución a estos males. Como primer paso es menester que comience, cuanto a antes, a regir el sistema único de registro con sistema de puntaje. De esta forma cada conductor perderá puntos cuando cometa una infracción y hasta podrá quedarse sin licencia. También es importante que se aplique el acuerdo donde se unifique la base de antecedentes de infractores.
Por otra parte las provincias tendrán que intensificar los controles de alcoholemia y dictar las medidas necesarias para arrestar a quienes conduzcan en estado de ebriedad, tal como lo establece la Ley Nacional de Tránsito y Seguridad Vial (24.449).
El segundo paso es modificar los hábitos, reeducar a todos. Peatones, conductores, policía, sociedad. Será entonces la educación el único y mas eficaz método con el que contara el país para solucionar ya no solo la problemática del transito, sino todos sus males. Es éste quizás el punto más conflictivo del asunto. El sendero más sinuoso y complejo a transitar. Revisar la protesta que el pasado miércoles 14 tuvo lugar en la Legislatura porteña, entre la Policía y los taxistas, camioneros y colectiveros, que se oponen al proyecto, es un claro ejemplo de que para cambiar los problemas de la argentina debemos antes cambiar nuestra forma de ser y de actuar.