martes, mayo 29, 2007

SIMPLEMENTE FUTBOL

El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, anunció que se prohibirán los partidos internacionales a más de 2,500 metros, lo que constituye un veto directo a varias ciudades sudamericanas, entre ellas Cusco, donde el Perú tenía pensado programar algunos partidos de la eliminatoria hacia el Mundial de Sudáfrica 2010.

Esto desemboco en un debate intenso que abarco varias hipótesis: el informe oficial apunta a “razones médicas” mientras que la versión no oficial (entre ellas el periodismo y los aficionados) consideran que la medida responde a responde a las presiones de Brasil y Argentina.

Cualesquiera sea las dos hipótesis, carecen de racionalidad. En primer termino no hay muchos mas riesgo de muerte en la altura o en Europa. El fútbol andino no presenta más casos de jugadores lesionados o muertos que el Ingles por caso.

Consultado al respecto el doctor Pablo Cisneros, médico de Deportivo Quito, considera que la decisión de la FIFA “no tiene ningún sustento científico”.

Señala además que lleva "10 años trabajando en Deportivo Quito y he recibido a varios futbolistas: ninguno ha sufrido trastornos graves que hayan implicado internarlo en un hospital y peor aun con riesgo de muerte" (MDS)

Esta claro que desde que se llevan a cabo partidos de eliminatorias en las ciudades que exceden los 2.500 metros de altura, pocos (o ninguno) son los casos en donde el deportista se vio afectado.

Continuando el debate, y repasando la contracara de éste, la sospecha de que sean Argentina y/o Brasil, los países que, presión mediante, influyeron el la decisión es casi irrisoria. No tiene sustento alguno.

Si miramos las estadísticas una selección juega 18 partidos, de los cuales la mitad son “en casa”. Para acceder al mundial vale, o bien entrar en los primeros 4, o ser el quinto clasificado y jugar el repechaje y, claro esta, ganarlo. El promedio de puntos del cuarteto ideal esta entre los 30 y 31 puntos. Y para acceder al repechaje deberían promediar 25 puntos.

Entonces, si imaginamos que por caso Bolivia (a 3600 metros) tiene “ventaja deportiva”, podemos analizar lo siguiente: si juega nueve encuentros de local, con efecto incluido, debería – en teoría – salir airoso de todos, o al menos la mayoría, de esos encuentros; de esta forma y sin contar algún triunfo o empate que rescate de visitante al terminar promediaría la friolera de 25/27 puntos.

Es decir estaría prácticamente clasificado al repechaje y con serias posibilidades de entrar en los primeros cuatros.

Hasta acá, los que defienden el argumento de la presión “argento-brasilera” estarían satisfechos. Pero la historia es otra: La Selección Boliviana participo en apenas 3 mundiales. Solo se clasificó en Estados Unidos 1994 de la mano de su máximo referente histórico: Marco Etcheverry, ya que para las copas de 1930 y 1950 participó como Invitado

Esta claro que las potencias sudamericanas lejos estan de “asustarse” por jugar a tanta altura. La historia marca que no alcanza solo con eso.

Puede que hayan comprado la frase “La pelota no dobla” del querido Daniel. Pero ese buzón venia con dos cuotas, quizás falto leer “Tampoco lo hace en Francia” que completa el combo.

A modo de ejemplo y como sustento de mi afirmación, acerca de la irracionalidad del tema en discusión, me permito recordar que hace casi 21 años, y sin avances medicos incluidos, un barrilete cósmico, hizo sus mejores piruetas en los 2400 metros de altura sobre el nivel del mar del DF.

Señores esta todo dicho: esto es, simplemente, fútbol y lo que vale es lo suceda dentro del rectángulo verde durante los 90 minutos. Nada más.